Por un fuerte dolor de espalda y falta de menstruación llegué a mi ginecólogo. Resultado: embarazo tubario (ectópico). Por lo tanto, me operaron al día siguiente. La explicación dada fue que a cualquiera le puede pasar y a nosotros no nos pareció cuerdo seguir como si nada hubiese pasado.

 

Quedamos asustados y decidimos pedir otra opinión, ya que este doctor nunca nos dio una explicación lógica de lo ocurrido.

Llegamos al Especialista en Fertilidad, Dr. Arturo Brandt A. (q.e.p.d.). Lo primero que nos dijo: un embarazo tubario no es casualidad, hay que hacer exámenes y descubrir que pasa.

 

Después de varios exámenes, tomarme la temperatura durante 6 meses, todos los días, para ver mi ovulación y pasados 2 años en que no quedaba embarazada, decidimos hacer una intervención y descubrimos que el Dr. que me operó del embarazo  tubario cortó la trompa de Falopio donde estaba alojado el ovulo fecundado, quedando sólo una y ésta estaba adherida al ovario, así es que no había ninguna posibilidad de embarazarme. El Dr. Brandt, a través de una microcirugía, reconstruyó la trompa, una verdadera obra de arte, y a los 3 meses, el tan anhelado embarazo! 

 

Hay que destacar que a los 17 años tuve fiebre tifoidea, con recaída que duró 3 meses aprox. La alta fiebre hizo que mis órganos interiores (trompas) se adhirieran a los ovarios y me impidiera un embarazo. Hay que ocuparse de fiebres altas, sobre todo en las niñas.